Castañas pilongas propiedades
Las castañas de indias son comestibles
Las castañas tienen un alto valor en hidratos de carbono, de los cuales la mayor parte está formada por almidón. Por ello, las castañas tienen un índice glucémico medio-bajo. Esto significa que los niveles de glucosa aumentan de forma lenta y sostenida, lo que resulta útil cuando se quiere proporcionar energía constante. Además, las castañas son ricas en fibra, lo que favorece el tránsito intestinal, y son fuente de vitamina C, antioxidante por excelencia.En cuanto a los minerales, aportan niveles notables de potasio y zinc.Los beneficios de las castañasAportan una sensación de saciedad que puede ayudar a no picar entre horas, además de mantener los niveles de energía. Entre otros beneficios, su contenido en minerales contribuye al normal funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos, además de mantener en buen estado nuestros huesos, piel y uñas.A pesar de todos estos beneficios, son conocidas por ser algo indigestas para algunas personas e incluso se sabe que provocan gases. Aunque comerlas cocinadas en lugar de crudas mejora notablemente su digestión. A continuación, explicamos las mejores formas de cocinar las castañas.
Wikipedia
Aesculus hippocastanum, el castaño de Indias,[1][2][3] es una especie de planta con flores de la familia de las sapindáceas. Es un gran árbol caducifolio, sinóico (de flores hermafroditas)[4] También se le llama castaño de indias,[5] castaño de indias europeo,[6] castaño de indias,[7] y castaño de indias[8] A veces se le llama castaño español[7][9][10] Este nombre se utiliza normalmente para Castanea sativa[11][12].
Aesculus hippocastanum es un árbol de gran tamaño, que alcanza los 39 metros de altura[13]: 371 con una copa abovedada de ramas robustas; en los árboles viejos las ramas exteriores son a menudo colgantes con las puntas enroscadas. Las hojas son opuestas y palmeadas, con 5-7 foliolos; cada foliolo mide 13-30 cm (5-12 in) de largo, lo que hace que la hoja entera tenga hasta 60 cm (24 in) de ancho, con un peciolo de 7-20 cm (3-8 in). Las cicatrices foliares que quedan en las ramitas tras la caída de las hojas tienen una característica forma de herradura, con siete «clavos». Las flores suelen ser blancas con una mancha de color amarillo a rosa en la base de los pétalos;[13] se producen en primavera en panículas erectas de 10-30 cm (4-12 pulgadas) de altura con unas 20-50 flores en cada panícula. Su polen no es venenoso para las abejas[14]. Normalmente sólo se desarrollan de 1 a 5 frutos en cada panícula; la cáscara es una cápsula verde y puntiaguda que contiene una (raramente dos o tres) semillas en forma de nuez llamadas conkers o castañas de Indias. Cada conker tiene un diámetro de 2-4 cm (3⁄4-1+1⁄2 pulg.), de color marrón nuez brillante con una cicatriz blanquecina en la base[15].
Aesculus hippocastanum
En este evento se venden algunas toneladas de sabrosas castañas. Es una de las pocas versiones comerciales de un ritual: el de la recogida de la castaña, que apenas ha perseguido otros mercados potenciales que los del consumo doméstico. En realidad, en la región no hay productores, sino recolectores. Estos últimos abundan por todas partes, cualquiera puede serlo. Todo aficionado a este fruto sabe dónde ir a buscarlo en temporada. Ir a la gueta Es ir a «pastar» castañas del suelo por los caminos o caleyas, o a los castaños junto a las fincas amuralladas. El rito de la castaña comienza en un lugar común, es de todos, y termina de forma también común, en el consumo público y popular.
Hay iniciativas, casi experimentales, que tratan de enfocar el cultivo del castaño hacia una economía de futuro, basada en la comercialización rentable de las castañas. Es el caso del centro de La Toya, en el mismo Parres, donde se trata, en primer lugar, de estudiar las prolíficas enfermedades que afectan al castaño y su posterior cosecha. El mercado al que aspiramos comienza cuidando y conociendo el árbol, superando las epidemias comunes que se apoderan de él, igual que hace décadas comenzó a apoderarse del manzano.
Castaña dulce
Las películas se eligieron mediante un sistema democrático que consistía en ir añadiendo palos a diversas propuestas que se anotaban en una hoja de papel colgada en la cafetería. Ganaban las que tenían más palos. Sencillo. En realidad, como podéis imaginar, la película era lo de menos.
La castaña es la rareza de los frutos secos, con un perfil nutricional más parecido al de los cereales por su alto porcentaje de hidratos de carbono complejos. Por eso, en la Edad Media, las poblaciones que vivían en lugares con muchos castaños y poco acceso a los cereales, las utilizaban como principal fuente de hidratos de carbono. Según algunos historiadores, todo cambió con la llegada de la patata, que vino de América y lo revolucionó todo.
Y es que prácticamente el 50% de su composición es agua, mientras que en las nueces, por ejemplo, es el 18,5%. Por otro lado, las castañas contienen 2,6 gramos de grasa por cada 100 g frente a los 59 gramos de las nueces. ¿Para qué te he alegrado el día? No vayamos tan rápido.
Su contenido en fósforo también es notable, pero no es precisamente un mineral del que existan carencias generales (por la misma razón que no tenía mucho sentido cuando hace poco se anunciaba el contenido en fósforo de cierto producto delicatessen).